Ya no es
novedad que vivimos un tiempo de profundos cambios, que implican la
desintegración de todas las estructuras sobre las que hemos asentado nuestro antiguo
modo de pensar, de sentir y de actuar. Las limitadas 3D se disuelven dando paso
a un nuevo modelo en el que el dogma, lo rígido, ya no tienen cabida. En cambio
son reemplazados por el movimiento libre y
fluido de las dimensiones más elevadas de consciencia.